
Ya no te extraño, sino que te necesito a mi lado, cuando camino, cuando duermo y cuando despierto.
Te convertiste en el viento de mis alas y en la luz de mis ojos, los cuales me alientan a seguirte donde sea, sin pensar en el porqué.
Con tu rostro entre mis pensamientos me siento libre y atrapado por tu amor.
Sin querer me doy cuenta que te amo y solo quiero pertenecer más a tu alma que me enloquece al límite de ser el hombre mas felíz.
Bueno, así me haces sentir, y espero que esto siga aunque se me reviente el corazón con tanto amor que nace dentro de mi para ti.